Tras la publicación del Decreto del 3 de mayo de 2017 aprobado en Francia, la industria del cautiverio de cetáceos hizo pública su intención de recurrir este Decreto que según alegaban, iba en contra del bienestar de sus animales.
Las empresas Planète Sauvage, Asterix and Marineland Antibes, que operan en Francia, se unieron para pedir al Consejo de Estado que dictara una sentencia contra dos de las principales medidas del Decreto: la prohibición del uso del cloro en el marco de 6 meses, y la prohibición en la reproducción y transferencia de delfines entre parques (también para el próximo día 7 de noviembre).
Los delfinarios privan a los delfines de todo: de su libertad y de la posibilidad de realizar sus comportamientos naturales. Estas limitaciones perjudican enormemente a los animales, provocando en ellos desde conductas anormales hasta infinidad de patologías.
A pesar de todo esto, la industria se atrevió a decir que impedir que los delfines se reproduzcan afectará negativamente al bienestar de estos animales y que se trata de una conducta natural de la especie que deben realizar. ¿Y el resto de conductas que impiden ellos? ¿No son acaso también naturales y necesarias?
En muy pocos días, rodeado de expertos y con un gran equipo legal, One Voice, entidad francesa miembro de SOSdelfines, desarrolló una estrategia para poder replicar punto por punto los argumentos de la industria del cautiverio, y así defender la causa de todos los delfines y orcas.
Finalmente tras la vista, la jueza se ha pronunciado indicando que no existen pruebas de que la prohibición de reproducirse vaya a afectar negativamente al bienestar de los animales, que como ocurre con los seres humanos, existen métodos anticonceptivos, y que por tanto la prohibición se mantiene.
Por otro lado, y como era más de esperar, la jueza ha decidido que el uso del cloro no tendrá que prohibirse tan urgentemente (con el Decreto los delfinarios tendrían que dejar de usar cloro y cambiar sus sistemas hidráulicos como máximo para el mes de noviembre). Considera que:
Se realizará una segunda vista ante el Consejo de Estado el próximo otoño, y se tomará entonces una decisión final en relación a la prohibición de la reproducción, antes de final de año.
Mantener la reproducción sólo sirve a los intereses de la industria. Sin reproducción y sin intercambios de animales entre unos centros y otros, el futuro sólo puede presagiar el fin de los cetáceos en cautividad.
7 de agosto 2017