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Las orcas en libertad suelen tener de 10 a 13 dientes a cada lado de ambas mandíbulas. Cada diente puede llegar a medir 10 cm.

En general, las orcas mueren con la dentadura intacta, ya que no utilizan los dientes para masticar sino que se tragan piezas enteras. Existen algunas excepciones, de poblaciones enteras que, debido al tipo de presa o al método de alimentación, pueden llegar a desgastar los dientes; pero en ningún caso estas prácticas les provocan fracturas dentales.

 
En realidad, en la naturaleza, rara vez se ven orcas con problemas dentales (ver esqueleto de mandíbula de orca).

En el caso de las orcas en cautiverio, los problemas dentales se ven incrementados de forma exagerada. Casi todas presentan desgaste moderado o grave y rotura ocasional de piezas dentarias. Estas lesiones en la dentadura dejan la pulpa del diente expuesta, lo que conlleva dolor e inflamación. Además, estos agujeros se convierten en la vía de entrada perfecta para las bacterias y acaban causando infecciones.

Las causas de este deterioro de la dentadura son principalmente la agresividad entre individuos (debido a que viven en estructuras sociales artificiales y hay peleas, suelen apartar a las orcas que se llevan mal, así que muestran su dominancia a través de los barrotes de metal que les separan), el estrés y el aburrimiento (no pueden desplazarse el tiempo ni recorrer las distancias que su instinto les pide así que se dedican a morder o masticar cualquier estructura sólida que encuentran).   

Para evitar las infecciones a veces se realizan “pulpotomías modificadas” a las orcas en cautividad, que consiste en extraer con un taladro la pulpa o parte del nervio y cubrirlo después. Este procedimiento es doloroso e incrementa el estrés del animal pues en el mejor de los casos utilizan anestesia local. Debido a que no siempre se procede a cubrir el agujero, éste permanece como una vía fácil de entrada para las bacterias a través del alimento, por ejemplo. Para evitar infecciones mayores, por lo tanto, se les mide la temperatura a diario y se les realizan lavados o “flushings” dos o tres veces al día.

En 2011 el mismo vice-presidente de los servicios veterinarios de SeaWorld admitió que 14 orcas requerían enjuagues antisépticos y resumió los problemas dentales de varias de ellas:

  • Macho, 19 años: Tratamiento dental en 11 dientes
  • Macho, 20 años: pequeña fractura en 1 diente. Desgaste y decoloración en la dentadura superior
  • Hembra, 15 años: Pulpotomía en 9 dientes, dentadura inferior desgastada
  • Hembra, 37 años: 2 dientes fracturados y uno ausente en la dentadura inferior
  • Hembra, 36 años: 3 dientes ausentes en la dentadura inferior
  • Hembra, 23 años: 1 diente extraído
  • Hembra, 45 años: dientes desgastados, fracturados y decolorados

Tilikum, en SeaWorld, EEUU, también tiene varios dientes fracturados e infectados y por eso ha de tomar antibióticos casi siempre.

Kshamenk, viviendo sola en Argentina, está frustrada, enfadada y deprimida, así que muerde los barrotes de metal de su piscina y su dentadura empieza a padecer mucho.

En España, Morgan también sufre este tipo de problemática en el Loro Parque. Según fotografías de la Dra Ingrid Visser en 2013, Morgan tenía los dientes frontales desgastados hasta las encías, otros parcialmente desgastados y uno fracturado. (ver foto)

Los centros que mantienen orcas en cautiverio cuentan al público que tienen un programa de “cuidado dental superior”, haciendo creer que gracias a ellos las orcas pueden tener una mejor higiene bucal. Nada más alejado de la realidad: las orcas necesitan esos cuidados porque el mero hecho de vivir en cautividad tiene como consecuencia el deterioro de la dentadura. Además, en estos centros se dice que las orcas viven unos 25 años (cuando, en realidad, la esperanza de vida media en estado salvaje es de 30 y el de las hembras de 50; pudiendo alcanzar los 70-80 años), así que realizan tratamientos dentales a orcas demasiado jóvenes que quizás están aún en desarrollo.

La salud dental está involucrada o es la principal causa de muchas de las infecciones letales que han padecido las orcas en los delfinarios. Y ésta es tan sólo una de las muchas consecuencias que sufren las orcas cuando se les condena a vivir en cautividad.

Enlaces de interés:    

http://www.decodedscience.com/damaged-teeth-orca-captivity/41254

http://www.decodedscience.com/damaged-teeth-orca-captivity/41254/2

http://theorcaproject.wordpress.com/2010/09/25/the-hidden-cost-of-captivity-oral-health-of-killer-whales-exposed/

http://www.hsi.org/assets/pdfs/orca_white_paper.pdf 

 

 

 

 

 

2 de julio 2015

info@sosdelfines.org