Después de 33 años en cautividad, el pasado 6 de enero 2017 falleció Tilikum, orca “protagonista” del documental Blackfish.
Según ha informado el parque SeaWorld de Orlando (EE.UU.) el animal murió a consecuencia de una infección respiratoria que desde hace meses minaba su salud. A pesar de las declaraciones del parque, que indican que a sus 36 años Tilikum estaba muy cerca del límite de la esperanza de vida de las orcas machos, estos animales en el estado salvaje pueden alcanzar los 70-90 años. De hecho hace sólo unos días, se conoció la noticia del fallecimiento de Granny, la orca más vieja del mundo, que en libertad alcanzó, se calcula, los 105 años. Una diferencia abismal incluso teniendo en cuenta que las hembras se consideran más longevas que los machos.
Recordamos que Tilikum fue capturado en Inslandia en 1983, a los 3 años de edad, y desde entonces fue explotado en diferentes parques temáticos tanto para espectáculos como para la reproducción (es posible leer su historia completa en esta noticia). En 2013, se hizo famoso ante el mundo entero gracias al documental Blackfish de Gabriela Cowperthwaite que daba a conocer los problemas que el animal sufría en cautividad y que le llevaron a matar a 3 personas, 2 de las cuales fueron sus entrenadoras.
La polémica que generó el documental, que llevó a personas de todo el mundo a replantearse la cautividad de estos inteligentes animales, consiguió que SeaWorld acabara con la cría en cautividad de sus orcas y con los espectáculos de estos animales. Dos decisiones que llegaron demasiado tarde para Tilikum, que a lo largo de su vida fue continuamente utilizado para la reproducción y tuvo al menos 21 descendientes (11 de sus crías fallecieron antes que él) y que murió sin poderse reencontrar con su familia ni volver a nadar en el mar.
9 de enero 2017